Todo se ha precipitado y hemos tenido que decir adiós a Paul. Esa mirada «bizquita» de inmensos ojos azules se quedará con nosotros para siempre.
La cena que hemos organizado va a servir también de pequeño homenaje a este ángel de ojos azules. Seguimos necesitando fondos para liquidar las facturas.
¡Muchas gracias a todos!