Hola, soy “Pepita”,el nombre viene de Pepa, mi rescatadora que estuvo dos semanas intentando cogerme pero le di esquinazo hasta que ganó ella.
Me trajeron a Madrid desde mi pueblo porque estaba con una diarrea de miedo, así que resultó que tenia una enfermedad llamada Panleucopenia y cuando lo vieron en un cacharrito todo el mundo se puso nervioso y triste… yo no daba crédito a tanta actividad por mí.
Me trasladaron a una habitación que parecía sacada de ET y me dejaron allí solita, venían a verme y a darme comida,agua,me pinchaban cosas… y me limpiaban mucho porque tenia el culete fatal de tanta caquita, la verdad es que me dolía un montón.
Pero yo ronroneaba y pedía muchos mimos;aunque soy pequeña supe entender que si no me cogían y me sacaban de allí era por mi bien y el de los otros gatos.
Después de un mes y medio, que se me ha hecho un mundo y cuando hasta he echado un culo pandero, me han dejado salir de mi aislamiento y empezar a relacionarme, primero desde mi jaulita y ahora después de varios test de esos, y de vacunarme por fin me dejan estar libre jugando y saltando que falta me hacía,oye… que me he aburrido como una ostra.
Me he hecho amiga de “Bandido” que el pobre tuvo algún percance y se rompió una pata, lo encontraron sin poder moverse pero esta gente se la ha arreglado y ahora nos pasamos el día jugando juntos vigilados por Jack, un gato muy grandote negrito que anda raro porque le falta una pata pero corre que se las pela y nos mantiene controlados, no sabemos si le pagan por ese trabajo pero no nos pierde de vista el tío.
Ahora dicen que nos van a buscar un “ hogar” donde vivamos toda nuestra vida y aquí estamos, esperando que nos adopten juntos porque nos queremos un montón.
adopciones@gestionfelinamadrid.org
Recuerda: Pepita, no te arrepentirás de ser mi media naranja humana.
PD: con Bandido ya seria bingo❤️